Cambiar una llanta ponchada

Cuando se desinfla una llanta de su automóvil, usted probablemente tome su celular y llame al servicio mecánico. No obstante, puede ocurrir que eso no sea posible. Puede llegar el día en que tenga que llevar a cabo esa temida tarea, la de bajarse del auto y cambiar la llanta por sus propios medios.

Cuando llegue ese día, usted deseará estar listo, querrá hacer el trabajo rápido y eficientemente y con el menor stress o riesgo posible para usted. Lea este artículo y prepárese.

¡Esté al tanto! Cuando realmente deba enfrentarse al hecho de cambiar una llanta ponchada en una oscura carretera, no querrá ponerse a leer un manual de instrucciones en ese momento.

Una de las mejores maneras de prepararse es simular un cambio de llantas en un lugar y momento conveniente, como en la entrada de su casa o en un estacionamiento. Esto le permitirá familiarizarse con el proceso en condiciones óptimas. Una vez que pueda hacerlo a la luz del día, intente algunas veces de noche.

Lleve el equipamiento necesario en su vehículo. “Equipamiento necesario” incluye una llanta de repuesto (preferentemente inflado), un crique, un ladrillo o taco de madera (para calzar contra la llanta delantera si debe cambiar una llanta trasera), una llave de cruz, un indicador de presión de aire, una linterna, una luz de clip y balizas.

Para estar bien preparado, es también buena idea llevar tuercas extra de la medida apropiada, una lata de WD-40 y guantes de trabajo. Para su conveniencia, guarde estos elementos en una bolsa o valija en la cajuela (baúl) de su automóvil.

Lleve su automóvil a un lugar seguro. Cuando esté conduciendo y sienta que la llanta se desinfla, trate de llevar el automóvil fuera del camino y lejos del tráfico. Si cuando sucede usted está en una curva, intente llevar el vehículo a un tramo donde el camino se haga recto, de ese modo, no estará en un punto ciego para los demás automóviles.

Permanezca visible. Deje encendidas sus luces delanteras y las luces intermitentes de peligro. Distribuya las balizas y asegúrese de que están lo suficientemente alejadas del automóvil para darle suficiente tiempo de respuesta a los automóviles que se aproximan, para evitar a su vehículo.

Prepare su lugar de trabajo. Reúna todo el equipamiento y colóquelo a un lado del neumático desinflado, para tener todo al alcance de su mano. Si ha reunido su “kit de emergencia” en un único bolso o valija, como se indicó antes, esos elementos serán fáciles de transportar, no tendrá que preocuparse por elementos que se caigan y se pierdan en la oscuridad o por tener que hacer viajes extra.

Póngase a trabajar. Cambie el neumático, tal como lo ha practicado. Por si acaso, siempre permanezca atento al tráfico mientras trabaja. Esté listo para apartarse rápidamente si es necesario.

No deje cabos sueltos. Una vez que el neumático fue cambiado, puede seguir su camino… pero todavía no ha terminado. La mayoría de los neumáticos de repuesto son llamados “de 50 millas” por una buena razón.

No están hechos para el largo plazo o para viajes a alta velocidad, por lo tanto, mantenga su velocidad debajo de las 50 millas por hora y deténgase en el comercio más cercano donde pueda reparar su neumático original o comprar uno nuevo para reemplazo.

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