Nuevos vehículos autónomos traspasan responsabilidad del conductor al sistema operativo

Los fabricantes de automóviles históricos, los gigantes de la web y las empresas que desarrollan aplicaciones de movilidad continúan anunciando innovaciones en el campo de los automóviles autónomos. Esta es la razón de porqué nuevos vehículos autónomos traspasan responsabilidad del conductor al sistema operativo.
Un automóvil capaz de estar solo desde el punto A hasta el punto B sin un conductor. Las iniciativas tecnológicas en el sector son numerosas. Hoy en día, los principales fabricantes de automóviles producen autos semiautónomos capaces de conducir sin conductor en la carretera. Sin embargo, las áreas urbanas, donde las posibilidades son más altas, aún sigue siendo un paso por alcanzar, el de la conducción autónoma completa de acuerdo con la clasificación de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (EE. UU.).
El automóvil 100% autónomo lleva a replantear el papel del conductor. Por definición, cualquier persona que ingrese a un vehículo autónomo es un pasajero, es el Sistema Operativo (SO) el que conduce. Por lo tanto, el paradigma cambia y la responsabilidad ya no recae en el conductor, sino en el fabricante del software. El sistema operativo lleva tanto que su probabilidad de tener un accidente es menor que la de un automovilista. Para las compañías de seguros de automóviles cuyo modelo comercial se basa en el riesgo de accidentes, el cambio es esperado.
Nuevas preferencias de movilidad que conducen a la evolución de los productos de seguros y su distribución.
La aparición de automóviles autónomos y los cambios en las preferencias de movilidad darán lugar a la aparición y la coexistencia de cuatro modelos de movilidad de 10 a 15 años. Algunos modelos ya han aparecido y las aseguradoras han podido ofrecer productos adaptados. Otros modelos están llegando y representan el punto de inflexión entre el automóvil semiautónomo y la autonomía completa del vehículo. De acuerdo con recientes anuncios de varios fabricantes, para 2025, sería posible producir en serie vehículos 100% autónomos.