Las aseguradoras y la revolución de datos

Nunca las aseguradoras parecían haber estado tan cerca de una nueva era: la minería de datos, los algoritmos y la inteligencia artificial; son todas formas de definir mejor los perfiles de riesgo, lo que abre el camino a un seguro cada vez más personalizado. Conoce más sobre las aseguradoras y la revolución de datos.
Ahora más que nunca, los consumidores están interesados en presentarse a sí mismos con su mejor perfil frente a las aseguradoras. A partir de ahora, una simple selfie puede ser utilizada para obtener una propuesta de contrato de seguro de vida.
Con software de análisis facial, un puñado de preguntas específicas y una buena dosis de inteligencia artificial, una empresa estadounidense, Lapetus Solutions, puede estimar de forma casi instantánea la esperanza de vida de la persona fotografiada y enterrar en el olvido modelos estadísticos que fueron muy queridos por el seguro.
Esta tecnología predictiva ya ha atraído a compañías en los Estados Unidos, atraídas por la posibilidad de llegar a establecer el precio del riesgo de mortalidad de una manera más precisa que hoy en día.
Anticipar las necesidades de los clientes
En esta nueva era impulsada por la inteligencia artificial y entre algoritmos cada vez más sofisticados, la contribución de “machine learning» y Big Data, es decir, la explotación de “big data”, las aseguradoras tendrán armas increíbles para revolucionar sus negocios.
A nivel comercial, primero, podrán explorar mejor e incluso anticipar las necesidades de los consumidores. Mediante la exploración de la Web, las consultas del usuario e incluso las huellas dejadas en las redes sociales, incluso si el sujeto es sensible, sus “robots” serán capaces de detectar cambios en la vida de sus clientes, como un proyecto de construcción futura, por ejemplo, permitiéndoles ofrecer un seguro de crédito o un seguro de hogar de múltiples riesgos en el momento adecuado, o anticipar que el prestatario pueda usar los ahorros en su seguro de vida para financiar la compra de su apartamento, en la misma línea, también podrán ponerse al día con los clientes que tuvieran la intención de querer dejarlos.
Un paso de gigante para un sector donde la relación con el asegurado todavía se limita demasiado a la suscripción del contrato, el envío del plazo anual, la gestión de un daño por inundaciones o las consecuencias de un accidente automovilístico, que no ocurre todos los años.