La llegada del vehículo de hidrógeno al sector automotriz
Los argumentos ecológicos a favor del automóvil que rueda gracias al hidrógeno están comenzando a seducir, impulsados por la evolución de las regulaciones. Otra razón, es que el usuario no pasa más de tres minutos en la estación de carga. Conoce los efectos de la llegada del vehículo de hidrógeno al sector automotriz.
Interés en los coches de hidrógeno
En 2018, se comercializaron 2,2 millones de automóviles eléctricos, pero el crecimiento de las ventas no ha satisfecho a los fabricantes. Es por esto que, muchos actores del sector están comenzando a interesarse en modelos equipados con una pila de combustible que necesita hidrógeno para recargar sus baterías.
Un hidrocarburo con un futuro prometedor
Especialistas del sector creen que el hidrógeno tiene un gran potencial en la industria automotriz, incluso si eso significa dar forma al futuro. De hecho, los vehículos de hidrógeno proporcionan una solución a los problemas de salud pública, especialmente en ciudades altamente congestionadas.
La Agencia Internacional de Energía (AIE) cree en la democratización de los modelos asociados debido al menor costo de las energías renovables, como la solar y la eólica. Establece que el precio del petróleo podría disminuir en un 30% para 2030, es decir que el costo de la celda de combustible también debería disminuir, como lo predijo el creador de Pragma Industries, Pierre Forté:
Muchos países interesados
Otros argumentos avalan que se fomenta el despliegue del automóvil de hidrógeno debido a la inestabilidad de las redes eléctricas. China, por ejemplo, no deja de comenzar mientras ya posee el 50% de la flota de automóviles electrificados.
Otros países como Corea del Sur y Japón ya están por delante. Los primeros modelos de las marcas Hyundai y Toyota comenzaron a comercializarse en 2014, y los fabricantes han pasado más de 20 años desarrollando la tecnología.
¿Qué soluciones promueven el desarrollo del automóvil de hidrógeno?
Por ahora, un vehículo que funciona con hidrógeno emite tanto dióxido de carbono como un automóvil equipado con un motor de combustión, teniendo en cuenta la línea de producción. En términos de rentabilidad, la batería eléctrica aún supera a la pila de combustible.
El acuerdo hace el cambio con una producción de hidrógeno “verde”, que se obtiene por la electrólisis. En cualquier caso, los investigadores ya están estudiando la electrólisis a alta temperatura.
Por ejemplo, los motores de hidrógeno podrían usarse para viajes largos, mientras que los automóviles con tambores eléctricos contribuirían a la movilidad urbana.