Cómo cuidar los frenos del auto
Cambiar las pastillas de los frenos nos puede costar sobre 100 ó 200€, o incluso más, dependiendo del modelo de coche, y de nostros depende cada cuánto cambiarlas.
Seguramente algunos las tengáis que cambiar cada 60.000 kilómetros, o quizás incluso menos, otros, los que conduzcáis más tranquilos, seguro que las podéis estirar hasta los 100.000 (no obstante fijáos siempre en las recomendaciones del fabricante).
Estos son una serie de consejos que os ayudarán a conseguir, no sólo ahorraros algo de dinero en frenos, sino también a gastar menos gasolina y a ser más eficientes y seguros conduciendo.
La velocidad mata, cuanto mayor sea la velocidad a la que vayamos más nos costará frenar, ya sé que cae de cajón, pero ¿sabíais que frenar desde 100 km/h en vez que desde 80 km/h, hace que los frenos tengan que disipar un tercio más de energía?
Podría aburriros con términos físicos y cálculos que darían para unos cuantos artículos, pero mejor lo dejamos en que los frenos transforman la energía cinética (inercia) del coche en calor, que reduce su vida útil.
El motor está ahí, úsalo, si levantas el pié del acelerador, la resistencia que opone el motor irá frenando el vehículo sin necesidad de tocar el freno más que para la detención final, aprovéchalo.
Memoriza, acuérdate de los sitios en los que los otros conductores suelen frenar imprudentemente (el ejemplo más claro son los radares fijos en las autovías) y adelántate a ello, utiliza el freno motor antes de que te obligen a pisar el pedal.
Mira al frente, trata de mantener tu atención lo suficientemente lejos de tu vehículo para poder anticiparte a lo que pueda ocurrir y no tener que frenar de golpe.
No te unas a ellos, mucha gente frena simplemente porque el que va delante de ellos lo hace, y es fácil que lo haya hecho sin tener una buena razón.
Pierde algo de peso, y no estamos hablando de hacer dieta, sino de no llevar cosas innecesarias (y pesadas) en el coche, esa lata de aceite medio vacía que siempre llevas en el maletero te está pidiendo a gritos que la dejes en casa.
Es más, a la hora de cambiar de coche, no es mala idea tener en cuenta el peso que tendrá tu nuevo vehículo, una berlina de casi dos toneladas es muy cómoda, pero seguramente gastará una barbaridad en frenos, neumáticos y combustible.